• Los iberos vivían en poblados amurallados, fortificados y con torres defensivas.
La población íbera se agrupaba en poblados fortificados u oppidum (del latín, lugar elevado), núcleos poblacionales en lugares altos para poder defenderlos mejor en caso de ataques y desde los que poder controlar mejor los territorios
• Para facilitar su defensa y el dominio de un amplio territorio, solían situarse en lugares elevados y cercanos a una fuente de agua.
• Las viviendas, almacenes y corrales se agrupaban en un trazado urbano de calles y, a menudo, existían plazas destinadas a usos comunitarios que albergaban las fortalezas militares y los templos.
• Las casas se levantaban sobre un zócalo de piedra y se construían con muros de adobe. La techumbre se realizaba a base de ramas y paja y se impermeabilizaba con una capa de ardilla. Solían tener una planta rectangular y podían presentar una o diversas dependencias.
• En Aragón se han excavado poblados ibéricos en Veruela, Calatayud, Caspe, Azaila, ,Alcañiz, Calaceite, Monzón, Camino Real…